El customer journey explica el recorrido que hace un cliente desde que descubre tu negocio hasta que compra o vuelve más adelante. Conocer este proceso es clave para cualquier ecommerce, porque te permite ver qué funciona bien y qué frena a tus usuarios antes de convertir.
Muchos comercios online pierden ventas por pequeños detalles del recorrido del cliente: una carga lenta, información poco clara o un proceso de pago confuso. Mapear este camino te ayuda a detectar esos puntos y mejorar la experiencia sin necesidad de ser un experto en marketing.
Piensa en el customer journey como un mapa que muestra cómo viven tus clientes cada paso. Cuando entiendes ese viaje, puedes ajustar tu web, tu comunicación y tus mensajes para que avanzar hacia la compra sea más fácil.
Con esta guía verás cómo aplicarlo de forma práctica en tu negocio online.
El concepto clave:
El Customer Journey no es solo una venta. Es el mapa que te dice cómo viven tus clientes cada paso: desde que te descubren hasta que deciden confiar en ti. Entender este viaje es la diferencia entre un usuario perdido y un cliente fiel.
El customer journey es el recorrido que hace un cliente desde que conoce tu negocio hasta que compra y decide volver. Es una forma sencilla de ver tu tienda online desde sus ojos. ¿Qué le gusta? ¿Qué le confunde? ¿Qué le anima a seguir? Entenderlo te permite mejorar la experiencia y aumentar las ventas.
Para visualizarlo, piensa en tu cliente como alguien que inicia un pequeño viaje. No llega a tu web por casualidad. Sigue varios pasos, y cada uno influye en la decisión final. Igual que en un trayecto real, un mal desvío puede hacer que abandone. Por eso, conocer este mapa te ayuda a guiarlo mejor.
Aunque suene complejo, el customer journey se centra en tres ideas muy claras:
Cuando juntas estos puntos, aparece una imagen clara de cómo funciona su proceso mental.
Imagina a alguien que quiere comprar un teclado para su ordenador. Primero busca opiniones, después compara precios, más tarde revisa si la tienda tiene buen soporte y finalmente decide si comprar o no. Ese es su viaje.
Tu objetivo es facilitarle cada paso para que la compra sea natural y sin dudas.
Trabajar con un customer journey te ayuda a:
Entender este recorrido no va de usar herramientas complicadas, sino de observar mejor el comportamiento de tus clientes y ajustar lo que ya tienes.
Entender el customer journey es importante porque te permite ver dónde ganas clientes y dónde los pierdes. En un ecommerce, cada paso cuenta, y un pequeño error puede hacer que un usuario abandone sin comprar.
¿Qué ocurre cuando una web tarda en cargar? ¿O cuando los gastos de envío no se ven hasta el final? Estos detalles, que parecen mínimos, influyen directamente en las ventas.
El recorrido del cliente te ayuda a analizar esos momentos y a tomar decisiones que mejoran la experiencia de compra. Cuando sabes qué espera tu usuario, puedes ofrecerle lo que necesita justo en el momento adecuado. Algo tan simple como aclarar preguntas frecuentes, destacar garantías o simplificar la cesta puede marcar una gran diferencia.
El customer journey te permite:
Piensa en una tienda que vende gafas de sol. Reciben mucho tráfico, pero casi nadie compra. Al revisar el recorrido del cliente, descubren que:
Solo cambiando ese detalle y mostrándolo desde el principio, la tienda consigue que más usuarios sigan adelante. Este es el poder de ajustar pequeños pasos del viaje.
Mucho tráfico, pero cero ventas.
Ajuste en el Customer Journey.
En los comercios físicos puedes ver la reacción de las personas. En un negocio online no. Por eso, el customer journey se convierte en una herramienta que te permite “escuchar” sin estar delante. Cada click, cada duda y cada paso muestran información útil para mejorar tu web de forma continua.
Ver el customer journey en acción ayuda mucho a entender cómo funciona de verdad. Cada tienda online vive situaciones parecidas, pero los detalles cambian según el tipo de cliente. Estos ejemplos te muestran cómo pequeños ajustes pueden mejorar la experiencia y aumentar las ventas.
Imagina a una persona que quiere comprar una camiseta básica. Su recorrido suele ser así:
¿Qué aprende la tienda? Que la falta de información sobre el envío crea dudas. Añadir esa información desde el principio mejora el recorrido.
Este caso es muy común en ecommerce:
Con un customer journey claro, la tienda descubre que el problema es la saturación de información. ¿Solución? Crear una guía rápida y destacar un producto recomendado. Ese pequeño cambio ayuda a los usuarios a decidir con más seguridad.
Muchos comercios solo se fijan en la compra, pero después del pago también pasa algo importante. Piensa en un cliente que compra un teclado mecánico:
Si la tienda envía un email con un vídeo corto explicando los pasos, mejora la experiencia y aumenta las posibilidades de que el cliente vuelva. A veces, la fidelidad nace de un buen seguimiento, no solo de una buena venta.
Cada recorrido muestra un patrón: el cliente avanza cuando todo es fácil y se bloquea cuando aparecen dudas. Por eso, analizar el viaje con calma te permite ver oportunidades de mejora que no siempre son evidentes. Una explicación más clara, un mensaje más visible o un paso menos pueden cambiar muchos resultados.
El customer journey se divide en varias fases, pero lo importante no es memorizar sus nombres, sino entender qué necesita el cliente en cada momento y qué debe ofrecer tu ecommerce para que avance sin bloqueos.
Para verlo de forma sencilla, aquí tienes un resumen visual que te ayuda a entender cada etapa sin repetir lo que ya hemos explicado en apartados anteriores.
| Etapa | ¿Qué piensa el cliente? | Tu misión (Ecommerce) |
|---|---|---|
| 1. Descubrimiento | “Tengo un problema, necesito solución” | Crear contenido útil y responder dudas básicas. |
| 2. Consideración | “Voy a comparar opciones” | Mostrar ventajas, comparativas y opiniones. |
| 3. Decisión | “¿Es seguro comprar aquí?” | Dar garantías, checkout fácil y política clara. |
| 4. Retención | “¿Me ayudarán si falla?” | Soporte rápido, guías de uso y email post-venta. |
| 5. Recomendación ★ | “¡Me ha encantado, lo contaré!” | Pedir reseñas y facilitar que compartan en redes. |
Este resumen te ayuda a detectar qué fase falla cuando un cliente no compra. Por ejemplo:
Cada fase es una pieza del recorrido y todas juntas ayudan a que tu ecommerce sea más claro, más cómodo y más convincente.
Un customer journey funciona cuando te ayuda a ver con claridad qué vive tu cliente y qué debes mejorar. No hace falta complicarlo. Con unos pocos pasos puedes tener un mapa sencillo y útil para tu ecommerce.
Antes de empezar, elige un objetivo concreto. Puede ser vender más, reducir abandonos o mejorar la atención. Sin un objetivo, el mapa no te servirá para tomar decisiones.
Necesitas entender qué busca, qué le preocupa y qué espera al comprar online. Con un perfil claro podrás ver por qué avanza o por qué se frena.
Haz una lista rápida de dónde aparece tu marca:
Esto te muestra qué pasos hay en su recorrido real.
Busca los puntos donde el cliente duda o abandona. Suelen ser:
Cuando los ves, es más fácil decidir dónde actuar.
No cambies todo a la vez. Empieza por ajustes que aporten resultados rápidos, como aclarar envíos, mejorar fotos de producto o simplificar el pago.
El customer journey cambia con tus productos, tus precios y tu competencia. Mirarlo cada cierto tiempo te ayuda a mantener la experiencia clara y actualizada.
Una vez tienes claro el recorrido de tu cliente, necesitas saber si realmente está funcionando. Las métricas te ayudan a ver dónde mejoras y dónde sigue habiendo fricción. No hace falta medirlo todo, solo lo que te indica si el usuario avanza o se queda atascado. Empezar con Google Analytics, por ejemplo, es un buen punto de partida o si quirees ver cómo se comportan los usuarios en tu web, Microsoft Clarity te ayudará con eso.
Estas métricas muestran si la gente está llegando a tu tienda.
Si estas cifras son bajas, el problema suele estar en la fase de descubrimiento.
Indican si el usuario entiende tu oferta y se siente seguro para comprar.
Cuando estas métricas bajan, suele haber fricción en la fase de decisión.
Te ayudan a entender la experiencia después de comprar.
Herramientas recomendadas: Google Analytics 4 y Microsoft Clarity.
Si esta parte falla, la retención y la recomendación se ven afectadas.
Entre todas las métricas, hay una que refleja el valor real de tu recorrido: el Lifetime Value. Esta cifra muestra cuánto dinero deja un cliente a lo largo del tiempo. Si sube, significa que tu customer journey crea buena experiencia y que tu ecommerce avanza en la dirección correcta.
Mejorar la experiencia del cliente no siempre requiere grandes cambios. A veces basta con ajustar pequeños detalles del customer journey para que el usuario se sienta más seguro y avance sin dudas. Estos consejos te ayudan a mejorar puntos clave de forma sencilla.
El cliente quiere entender el producto sin pensar demasiado. Cuanto más directa sea la información, más fácil será decidir.
Puedes mejorar esto así:
Una ficha clara reduce dudas y mejora la confianza.
Muchos abandonos ocurren por costes ocultos o pasos inesperados. Tu objetivo es que el cliente siempre sepa qué va a pasar.
Para conseguirlo:
La transparencia facilita que el usuario llegue al final.
El customer journey no termina cuando el cliente paga. Un buen seguimiento convierte una compra puntual en una relación más larga.
Acciones útiles:
Estos pequeños gestos hacen que el cliente recuerde tu marca.
Las opiniones ayudan a otros usuarios a confiar en tu tienda. Si las facilitas, estarás creando un círculo que mejora todo el recorrido.
Formas de potenciarlo:
Un cliente satisfecho puede convertirse en la mejor promoción para tu ecommerce.
Descripciones simples, fotos reales y destaca qué te hace único. Si dudan, no compran.
Muestra gastos de envío e impuestos ANTES del checkout. La transparencia vende.
El viaje no acaba al pagar. Envía un email útil, una guía o simplemente pregunta qué tal.
Trabajar el customer journey te permite ver tu tienda online desde la mirada del cliente. Cada clic, cada duda y cada paso muestran información que puedes aprovechar para mejorar la experiencia. Cuando entiendes dónde se frena un usuario y qué necesita para avanzar, es más fácil ajustar tu web, tus mensajes y tu proceso de compra.
Un ecommerce que acompaña al cliente en cada etapa transmite más confianza y convierte mejor. A veces solo es necesario aclarar la información, simplificar un paso o dar un mejor seguimiento para que la experiencia sea más cómoda. Estos cambios, aunque parezcan pequeños, pueden tener un impacto real en tus ventas.
El customer journey es una herramienta útil porque te ayuda a tomar decisiones más claras y enfocadas. Al mejorar este recorrido, no solo vendes más, sino que creas una relación más sólida con las personas que confían en tu tienda. Y eso es lo que hace que un negocio online crezca de forma estable.
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