El error 303 puede aparecer cuando haces algo tan normal como enviar un formulario en una web, terminar una compra o guardar un cambio en una cuenta. ¿Y qué significa realmente? En la mayoría de casos, no es un fallo grave, sino una señal de que el servidor está usando una redirección para llevarte a otra página.
Dicho de forma sencilla, el error 303 (también llamado 303 See Other) es una forma de decirte “ya he recibido lo que me has enviado, ahora mira el resultado en otra URL”. Es como cuando entregas un documento en ventanilla y te mandan a otra para recoger el resguardo. Así se evita algo muy típico en internet: que al recargar la página o volver atrás se reenvié el formulario y se repita la acción sin querer.
En este artículo vas a ver cuándo aparece el error 303, por qué es habitual en formularios y procesos de compra, y qué puedes revisar si te está generando bucles, mensajes raros o comportamientos extraños en tu web.
El Error 303 no es un fallo de tu web. Es una señal de tráfico que dice:
"Datos recibidos correctamente. Por seguridad, ve a esta otra página para ver el resultado".
Sirve para evitar que se envíen formularios o pagos por duplicado al recargar la página.
Cuando en una web aparece el error 303, lo normal es que te pille con cara de “¿y esto qué significa?”. La clave es entender que no suele ser un error grave como tal. En la mayoría de casos es un código HTTP de redirección que el servidor usa para guiar al navegador a otra página.
El 303 See Other significa literalmente “mira en otro sitio”. Traducido a lenguaje de calle, el servidor le está diciendo a tu navegador algo como: “He recibido tu petición y ya la he procesado, pero el resultado lo tienes que ver en otra URL”.
Esto suele pasar después de acciones en las que envías datos, por ejemplo:
Piensa en el 303 como en el típico ticket que te dan en una tienda. Tú haces la compra en caja, y luego te dicen “ahora pasa por recogida”. La compra ya está hecha. Solo te están llevando al sitio correcto para ver el resultado.
"¡Error! Algo se ha roto y la web no funciona."
"¡Todo bien! Te desvío a la página de confirmación."
Mucha gente busca “error 303” porque lo ve en una herramienta o en el navegador y asume que algo va mal. Pero el 303 a menudo se usa para evitar líos.
Un ejemplo muy típico: envías un formulario y luego pulsas F5 para recargar. Si la web no estuviera preparada, el navegador podría intentar reenviar el formulario otra vez. Eso puede provocar envíos duplicados, pedidos repetidos o mensajes enviados dos veces. El 303 ayuda a cortar ese riesgo, porque te manda a una página final que ya no depende del envío.
Aun así, conviene quedarse con una idea simple:
Uno de los casos más comunes del error 303 es al enviar formularios. Por ejemplo:
Aquí el navegador suele enviar los datos con una petición POST (no te preocupes por el nombre, quédate con que es “enviar información”). Después, el servidor responde con un 303 para mandarte a una página tipo “mensaje enviado” o “cuenta creada”.
Esto evita el típico aviso del navegador de “¿quieres reenviar el formulario?” cuando recargas. Y también evita que el usuario, por nervios, le dé dos veces al botón y se duplique todo.
Una metáfora rápida: es como echar una carta al buzón. Una vez la echas, no quieres que al mirar el buzón se vuelva a enviar otra carta igual. El 303 sirve para que la web pase a una pantalla distinta, donde ya no hay nada que “reenviar”.
El otro gran escenario es el eCommerce. En una compra hay pasos en los que el usuario hace acciones delicadas:
En estos momentos, el 303 es un “seguro anti-duplicados”. La tienda procesa el pedido y luego te redirige a la página de confirmación con una URL final.
Al final, todo esto ocurre en tu web “de verdad”, la que está publicada en un hosting, así que si notas bucles o confirmaciones que no llegan, conviene revisar redirecciones y caché antes de tocar nada más.
Esto es importante por algo muy básico: si el usuario recarga la página justo después de pagar, no queremos que el navegador intente repetir la operación. Aunque los sistemas de pago suelen tener protecciones, mejor no tentar a la suerte.
Si en tu web el 303 aparece en estos contextos y la navegación es fluida, lo más probable es que esté cumpliendo su función.
El error 303 aparece cuando el servidor quiere que tu navegador haga un cambio de ruta. Es como cuando vas conduciendo y ves una señal que dice “desvío”. No significa que el coche esté roto. Solo te están guiando por el camino correcto.
La parte importante es que el 303 suele aparecer después de una acción en la que envías datos. Y ahí entran dos ideas muy básicas: una petición para enviar y otra para ver.
Cuando rellenas un formulario y pulsas “Enviar”, tu navegador manda la información al servidor. Esa acción suele ser una petición POST, que es la forma típica de decir “aquí tienes datos, haz algo con ellos”.
Una vez el servidor procesa lo enviado, no siempre te responde enseñándote directamente la página final. En muchas webs hace esto:
El cambio es importante porque GET es lo que usamos para visitar páginas sin “enviar” nada. Así, si recargas, solo recargas una página normal. No repites la acción de enviar datos.
Dicho de otra forma: el 303 separa el “hecho” del “resultado”. Primero haces la acción. Luego ves la confirmación en una pantalla aparte.
Imagina que compras una entrada online.
/compra-confirmada.Esa segunda página es la que puedes recargar sin miedo. Si no existiera este paso intermedio, podrías recargar y provocar un intento de repetición de la acción, o al menos el aviso típico de “vas a reenviar datos”.
Por eso, muchas veces el 303 es una señal de que la web está intentando hacer las cosas de forma ordenada. El problema aparece cuando esa “señal de desvío” está mal puesta y te manda a sitios que no tocan, o te hace dar vueltas sin llegar nunca a una página final.
Es muy común buscar “error 303” y pensar que la web se ha roto, como pasa con un 404 o un 500. Pero aquí hay un matiz importante: el 303 es un código de estado, no un “error” en el sentido clásico.
Si quieres contrastarlo en una fuente oficial y clara, MDN lo explica dentro de su lista de códigos de estado HTTP.
Dicho de forma sencilla, el servidor no te está diciendo “esto ha fallado”, sino “he recibido tu petición y ahora te llevo a otra página para que veas el resultado”. Es más una instrucción que una alarma. Por eso el 303 se usa tanto después de enviar formularios o completar una compra.
| Familia de Código | Significado | ¿Debes preocuparte? |
|---|---|---|
| 3xx (ej. 303) | Redirección / Información | 🟢 Generalmente NO |
| 4xx (ej. 404) | Error del Cliente (Usuario) | 🟠 A veces |
| 5xx (ej. 500) | Error del Servidor | 🔴 SÍ, Urgente |
En internet se le llama “error” a casi cualquier número que aparece en herramientas o diagnósticos. Pero los códigos HTTP se dividen en familias, y no todas significan problemas.
Así que, aunque se le llame “error 303”, lo habitual es que sea parte del funcionamiento normal de la web.
Otra cosa que confunde es que un usuario normal casi nunca ve el “303” en letras grandes. A diferencia de un “Página no encontrada” que aparece claro, el 303 suele ocurrir por detrás en milisegundos.
Normalmente solo lo notas cuando algo no va fino, por ejemplo:
En esas situaciones, el 303 no es el culpable por sí mismo, pero sí una pista de que hay una redirección que no está aterrizando donde debería.
El error 303 puede asustar al principio, pero casi siempre es una señal de que la web está intentando hacer las cosas bien. En lugar de dejarte en la página donde acabas de enviar datos, te manda a otra URL para mostrarte el resultado de forma segura. Así se evitan reenvíos accidentales, formularios duplicados y sustos típicos al recargar.
Lo importante es fijarse en el contexto. Si el 303 aparece después de un formulario, un registro o una compra y todo termina en una página de confirmación, lo normal es que sea un comportamiento correcto. El problema suele venir cuando esa redirección se queda a medias: bucles, cargas infinitas o saltos raros entre URLs.
Si te ocurre en tu web, empieza por lo básico: revisa si hay redirecciones duplicadas, caché interfiriendo o algún plugin (sobre todo en WordPress) que esté forzando rutas que no tocan. Y si no lo ves claro, pedir ayuda con datos concretos (la URL donde pasa, el momento exacto y si hay bucle) acelera mucho el diagnóstico.
No, no es negativo. Google entiende perfectamente el código 303. Sabe que es una redirección temporal necesaria para procesar datos (como un formulario) y no lo considera un error de rastreo ni penaliza tu posicionamiento por usarlo correctamente.
Si tras enviar un formulario la página se queda en blanco o cargando, espera unos segundos. Si no avanza, no recargues inmediatamente (podrías duplicar el envío). Prueba a borrar la caché del navegador y verifica si has recibido el correo de confirmación de la acción que estabas realizando.
Es una diferencia de "tiempo" y "propósito". El 301 es definitivo (la página se ha mudado para siempre), mientras que el 303 es técnico y puntual: solo sirve para decir "el resultado de lo que acabas de enviar está en esta otra URL", pero la página original sigue existiendo.
Esto suele ocurrir cuando hay un bucle de redirecciones. Por ejemplo: la Página A te manda con un 303 a la Página B, y la Página B te devuelve a la A. Si te ocurre como administrador de la web, revisa tus plugins de caché o las reglas de tu archivo .htaccess.
El primer paso de un negocio en Internet es contar con un dominio. ¡Regístralo!
Protege tu web, gana posiciones en Google y aumenta tus ventas y clientes.
Continúa con tu compra
¿Es la primera vez que compras?
Si ya eres cliente de Axarnet